Así es, colega. No hay forma de generar mayor valor social, de ayudar a más personas o de recibir una remuneración más justa que emprendiendo como psicólogo. Y no sólo eso, además, un psicólogo emprendedor puede vincular su propósito de vida con su profesión, ganar más dinero que sus pares, tiene menos competencia, más pacientes / clientes, tiene mayor impacto social con su trabajo, entre otros mucho beneficios. Psicólogo, la forma más noble y justa de ejercer, es emprendiendo.
Sí, lo sé; es una idea poco común y probablemente por ello, polémica. Más en nuestra disciplina, pero – si me das la oportunidad de explicarme – seguro estarás de acuerdo al final. Y quién sabe – con un poco de suerte – quizás encontrarás una nueva postura sobre cómo ejercer obteniendo mayores beneficios. Una que te lleve a entregar más valor a tus pacientes/clientes, a tener retribuciones económicas justas (de acuerdo al valor que tu trabajo aporta), y posiblemente, te lleve a mejorar tu calidad de vida y la de los tuyos.
Pero no corramos, colega. Ya habrá espacio para explicarte cada punto en este artículo. Vayamos paso a paso.
Mitos del psicólogo
¿Te suena alguna de estas ideas?
- Sólo los locos van al psicólogo.
- Hablar con un amigo es igual de efectivo que asistir a psicoterapia.
- El psicólogo no es para mí, no necesito que nadie me arregle.
- ¿Eres psicólogo? Seguro me estás analizando.
- El psicólogo me va a querer cambiar, yo estoy bien así. No lo necesito.
- ¿Para qué voy con un psicólogo si están más locos que yo? Por eso estudian lo que estudian.
Estoy seguro que has escuchado más de una vez las frases anteriores. Si no de manera textual, sí en alguna de sus múltiples variantes. El entorno de nuestra profesión está plagado de mitos e ideas infundamentadas sobre lo que significa el trabajo del psicólogo, sus resultados y sus alcances. Existe mucha desinformación allá afuera y somos los únicos quienes podemos y debemos cambiar esta situación, pero ese es otro tema para ser tratado en otra ocasión.
Por lo pronto, a nosotros nos queda claro lo desapegado de la realidad de estas formas de pensar. Lo curioso es que actuamos como si los mitos en psicología pertenecieran únicamente a personas ajenas a esta disciplina, como clientes, pacientes o consultantes. Tampoco nos detenemos a pensar si nosotros, psicólogos, tenemos mitos relativos a otras disciplinas.
Como podrás adivinar, no estamos exentos. ¿Qué ideas equivocadas consideras que nosotros tenemos respecto al ejercicio profesional de otras disciplinas? O, peor aún, ¿Qué mitos crees poder seguir tú?
- El psicólogo trabaja para ayudar, no para cobrar.
- Los psicólogos estudiamos psicología por amor al arte, no para ganar dinero; menos para hacernos ricos.
- Un buen psicólogo nunca hace publicidad de sus servicios. Espera a que sus clientes/pacientes/consultantes recomienden su trabajo.
- La psicología no es una carrera de tiempo completo. Necesitas otro trabajo para vivir bien.
- Un psicólogo no debe vender su trabajo. Eso es deshonesto.
- Un psicólogo organizacional (industrial) gana más que un psicólogo clínico.
Nuestros propios mitos
- El psicólogo trabaja para ayudar, no para cobrar.
- Los psicólogos estudiamos psicología por amor al arte, no para ganar dinero; menos para hacernos ricos.
- Un buen psicólogo nunca hace publicidad de sus servicios. Espera a que sus clientes/pacientes/consultantes recomienden su trabajo.
- La psicología no es una carrera de tiempo completo. Necesitas otro trabajo para vivir bien.
- Un psicólogo no debe vender su trabajo. Eso es deshonesto.
- Un psicólogo organizacional (industrial) gana más que un psicólogo clínico.
Estas creencias las he escuchado de manera recurrente en pláticas con colegas, clientes y (en su momento) con profesores universitarios. Y sí; son falsas, pero no sólo eso. Trabajar bajo estos esquemas mentales tiene consecuencias negativas para el gremio de psicólogos. Afectan la percepción social sobre los alcances de nuestro trabajo y el valor percibido del mismo. Seguramente lo has notado a estas alturas. Ya iremos tocando el tema a lo largo del artículo.
¿Tú has escuchado alguna de las frases anteriores? Puedo prácticamente apostar a que alguna te es familiar. De hecho, no me sorprendería si crees que la ética profesional, la cual dicta nuestro actuar, se puede ver afectada si se piensa diferente. Independientemente de tu especialidad como psicólogo – si me concedes el beneficio de la duda – seguramente podrás aprender algo que te permita aportar mucho más valor a tus pacientes/clientes. Algo que afectará de manera favorable tu calidad de vida como consecuencia de brindar mejores servicios a más personas. Siempre dentro del marco ÉTICO que nos rige, el cual está representado por “Los principios éticos de los psicólogos y código de conducta” emitido por The American Psychological Association (APA, 2017).
Desafortunadamente, muchos de los mitos que tenemos los psicólogos han sido enquistados desde tiempos muy tempranos en nuestra formación profesional. Algunas veces por profesores a quienes admiramos. Con esto no pretendo responsabilizarlos; no, para nada. Lo más probable es que ellos, al igual que nosotros, los hayan aprendido durante su periodo universitario. A pesar de ello, considero importante identificarlos para poder minimizar al máximo las desventajas de ejercer bajo su influencia.
Extracto de: «Ciberterapia; emprendimiento digital para psicoterapeutas»
Para explicarlo un poco mejor, les comparto parte de un artículo que escribí bajo el título: «Ciberterapia; emprendimiento digital para psicoterapeutas». Aunque no es publicado aún, será parte de una recopilación de artículos en una revista de investigación en psicología clínica, que – cuando sea momento – les compartiré más a detalle. Lo importante de este segmento que les muestro es mi punto de vista con respecto a las creencias erróneas que tenemos nosotros, psicólogos sobre incorporar el trabajo de otras disciplinas a la nuestra. Dejando de lado a algunas excepciones como la pedagogía o la medicina.
… «Una de las razones por las que suele ser complicado considerar emprender como psicólogo es por la presencia de esquemas mentales erróneos en torno a la forma “correcta” de llevar a cabo nuestro trabajo…
… La mayoría de estas ideas están ligadas a temas relacionados con dinero, ventas, cómo cobrar, estilos de vida y el hecho de adoptar otras disciplinas a la psicología; aquellas como mercadotecnia, contabilidad, finanzas, administración, recursos humanos, etcétera. Lo curioso es que – desde los primeros psicoterapeutas hasta los contemporáneos – han tenido que buscar clientes, ofrecer sus servicios, encontrar el consultorio más adecuado, pagar gastos relativos a éste, comparar el dinero que ingresa y el que se gasta, decidir en qué reinvertir parte de los ingresos, han tenido que establecer precios y cobrar por sus servicios, pagar impuestos…
Estas actividades no siempre son consideradas como parte de la psicología aunque siempre hayan estado presentes en la vida del psicólogo. También son parte de la cotidianidad de un emprendedor, independientemente del giro de su proyecto. Los psicoteraéutas, en gran medida, ya son y han sido emprendedores desde sus inicios. Lo malo es que no se les ha enseñado cómo emprender dentro de su formación universitaria, teniendo consecuencias poco favorables para ellos y el gremio en general. El hecho de que el psicólogo siempre haya emprendido no significa que lo haga de la mejor manera posible. »
Ciberterapia; emprendimiento digital para psicoterapeutas. Voces y más voces III
Si quieres leer el artículo da click aquí.
Valor social del Emprendimiento en Psicología
Así es, colega, el emprendimiento siempre ha estado presente en nuestra carrera. Y, el motivo de enfatizar en la importancia de estudiarlo como psicólogo e incrementar las probabilidades de éxito de nuestros proyectos se basa en la siguiente premisa: El trabajo de todo psicólogo (o la gran mayoría; para no “morderme la lengua”, como decimos en México) se enfoca en ayudar a las personas. Entre más psicólogos haya con proyectos exitosos, mayor será el beneficio social creado por nosotros. Como verás, no insisto en emprender sólo porque está de moda; más bien, porque estoy convencido que es la forma en que podemos vivir mejor. Nosotros y quienes nos rodean.
Ya sea que ayudes a:
- Una empresa a mejorar su clima organizacional.
- Encontrar a la persona más adecuada para cubrir un puesto de trabajo determinado.
- Niños a sentirse cómodos con su imagen corporal.
- Parejas a tener una convivencia más sana.
- Alcanzar el máximo potencial atlético y competitivo a deportistas olímpicos.
- Colegas gracias a tus resultados de investigación mediante el vínculo entre tecnología y técnicas de psicoterapia…
Psicólogos clínicos, organizacionales, experimentales, sociales, educativos, deportivos… la gran mayoría de nosotros estamos enfocados en mejorar la vida de muchísimas personas.
Por lo tanto, entre más psicólogos maximicen sus alcances y aporten más VALOR, habrá más posibilidades de vivir en un mundo mejor; mucho mejor. Y la manera que conozco para lograrlo, es mediante el Emprendimiento en Psicología.
¿Por qué emprender en psicología es la forma más noble y justa de ejercer?
Remuneración Justa
Entre más valor aporte tu trabajo, mayor será tu recompensa económica.

Hoy en día es muy sencillo calificar a establecimientos y prestadores de servicios basándose en la calidad de su trabajo, su atención al cliente y sus valores. Gracias a Internet, comunidades digitales, redes sociales, a la posibilidad de valorar en plataformas con reseñas y calificaciones (estrellitas)… gracias a todo esto, hoy en día es más fácil dar a conocer quién hace un buen trabajo y quién es un charlatán o “vende humo”.
Una de las premisas para que tu proyecto funcione (ya sea como psicólogos emprendedores o como emprendedores en general) es la aportación de Valor a tus clientes / pacientes / consultantes. Los profesionistas mediocres y poco preparados cada vez más irán quedando rezagados. Hoy en día – por lo menos en psicoterapia – la competencia es tal, que si alguien no se siente cómodo con un terapeuta, nada impide cambiarlo con relativa facilidad.
Aún no empieza el movimiento – o, mejor dicho, no lo conozco – pero quiero abrir un paréntesis para llamar a todo psicólogo que me lee a denunciar aquellas pseudociencias que tanto daño hacen. Desafortunadamente, charlatanes se aprovechan de la ignorancia colectiva que existe entorno a la salud mental y los profesionistas capacitados para atender estos menesteres. Es nuestro deber educar a la sociedad sobre las mejores prácticas relacionadas con la salud mental. A todos nos conviene. En fin… éste es un tema para tratar después.
Regresando a lo que nos concierne; la remuneración que tengas estará ligada al Valor que aportas a tus pacientes / clientes / consultantes. Es justo, ¿no? Entre más ayudas, más recibes. Por desgracia, no basta con tener un servicio o producto increíble si nadie sabe que existe, si las personas no consideran necesitarlo, si no se le asigna un precio correcto, si no se sabe cómo ofrecerlo o si administras pobremente tu proyecto.
Existen muchas variables involucradas en la aportación de valor. Hay mucho por estudiar y mucho por hacer. Emprender no es sencillo aunque sí puede ser divertido. Y las recompensas también pueden llegar a ser muy gratificantes. No te preocupes, colega; puede sonar desalentador cuando no se sabe por dónde iniciar, pero aquí – en https://psicologoemprendedor.com – te enseñaremos cómo hacerlo, paso a paso. Por cierto, si hay algo en particular que quisieras aprender, por favor, escribe a contacto@psicologoemprendedor.com y cuéntanoslo. Con gusto haremos algo al respecto.
Vincular tu profesión, tu propósito de vida y tu pasión
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
Confucio
Hoy en día veo con tristeza cómo gente manifiesta en redes sociales su pesar por tener que trabajar. Cada domingo puedo observar desesperación de algún conocido manifestada a través de memes o comentarios diversos. Entiendo que en los albores de la humanidad – nosotros, como especie – debimos realizar ciertas tareas para subsistir. Perseguir liebres, cazar mamuts, recolectar frutos, curtir pieles… Comprendo también que la gente realizó actividades que no necesariamente fueron catárticas o parte de su proceso de “autorrealización”. Lo más probable es que resultase irrelevante cuestionarse si perseguir un antílope era o no una pasión.
Por fortuna, las condiciones de nuestro entorno han cambiado. Así como ya no necesitas arriesgar la vida para conseguir comida, tampoco es necesario realizar actividades ajenas a tu razón de ser para lograr la calidad de vida que deseas. En mi caso, por ejemplo, puedo ayudar a psicólogos a incrementar su nivel de vida al enseñarles a emprender; maximizando sus alcances y disminuyendo riesgos. Siempre dentro de los parámetros éticos que nos rigen en esta profesión.
Esto me lleva a aportar un granito de arena en la construcción de una sociedad mejor, al mismo tiempo que me divierto y me gano la vida. Lo mismo puedes hacer tú, ya sea que quieras enfocarte en ayudar a gente a perder peso, a futbolistas de alto rendimiento a alcanzar su máximo potencial, si quieres transformar pruebas psicométricas en herramientas de realidad virtual, si te interesa trabajar en la inclusión social de personas con X discapacidad… cualquiera que sea el origen de tu motivación, puede ser vinculado con tu ejercicio profesional y definitivamente puedes vivir de ello.
Aunque suena a cliché y a frase motivacional barata, “vivir de tu pasión” es perfectamente válido y posible. ¿Por qué no aprovechar las ventajas de laborar en el siglo XXI? Ya existen muchas personas viviendo y trabajando bajo los esquemas que ellos mismos definieron de manera consciente y, si lo deseas, tú puedes hacerlo también.
Desafortunadamente, charlatanes y vendehumo han engañado a mucha gente, haciéndoles creer que esto es posible prácticamente sin trabajar. Spoiler Alert, colega. Convertirse en millonario de la noche a la mañana dedicando sólo 10 minutos a la semana es extremadamente difícil, por no decir imposible. Si fuera tan sencillo y lineal, todo el mundo sería rico.
Tiempo, dinero o suerte.

Emprender requiere mínimamente uno de los tres siguientes elementos: Tiempo, Dinero o Suerte. Nosotros nos enfocaremos en administrar de la mejor manera posible los primeros dos. La suerte se la dejaremos a jugadores de lotería y apostadores.
Serán necesarias muchas horas dedicadas a tu proyecto. Por ello, vincularlo con tu pasión y tu propósito de vida es indispensable para alcanzar tus metas más fácilmente. Trabajar en aquello que te despierta ánimo y motivación hará el camino mucho más agradable.
Yo, personalmente, considero que el concepto de trabajo está… (pido disculpas de antemano por la expresión), creo que está prostituido. Tenemos la idea que el esfuerzo y el “sudor de la frente” están íntima e inseparablemente ligados al trabajo. No creo que necesariamente deba ser así.
Hay personas quienes adoran viajar y se vuelven consultores de viajes. Personas quienes adoran escribir y se convierten en Copywriters. Incluso, conozco una persona, Chase Reeves, quien vive de hacer reseñas y análisis de maletas y mochilas para viajar, ayudando a las personas a escoger la mejor para sus necesidades. Todas estas personas trabajan, y muchas de ellas más que la persona promedio. No necesariamente por obligación o necesidad, lo hacen porque les gusta su trabajo.
Estoy seguro que en algún momento de tu vida pasaste muchas horas en algún proyecto (no necesariamente laboral; quizá un rompecabezas, algún paseo o cuidar algún niño) y te la pasaste genial. Fue tal la manera en que te involucraste que olvidaste comer, dormir y todo lo que estaba a tu alrededor. La actividad inherente a la tarea fue realizada; dedicaste muchas horas. Y el hecho de haberlo disfrutado no le resta mérito al trabajo.
Esto es lo que debes buscar al momento de escoger tu proyecto. Una vez identificada la fuente de motivación, sólo hace falta vincularla con tu profesión y asegurarse que hay personas dispuestas a pagar por lo que les ofreces. Cuando lo logres, aunque trabajes mucho, no sentirás haber hecho esfuerzo alguno. Cansancio sí, muy probablemente termines exhausto, pero fastidiado y con pesar, no.
“Triunfa más el que más hace, no el que más sabe”.
Un segmento dentro de un universo

Para poder dedicarte a eso que amas y vivir de ello, es conveniente encontrar y trabajar con un grupo de personas con características muy particulares. Un grupo dentro del enorme universo de pacientes/clientes/consultantes. Sus peculiaridades, además de ser responsables de la cohesión grupal, deberán coincidir con tus valores, gustos y pasiones.
Es recomendable tomar en cuenta el vínculo entre cuatro elementos: tu profesión (cualquier especialidad que tengas en psicología), tu experiencia profesional, tus vivencias personales y tu propósito de vida (Ikigai, para los japoneses). De manera integral, te ayudarán a identificar el segmento ideal para ti, tu propio micronicho. Un micronicho es un subconjunto de pacientes / clientes con las mismas características dentro del enorme universo de individuos que buscan alguna solución tomando la psicología como eje rector.
A partir de aquí empieza lo interesante. Como podrás suponer, este grupo tendrá sus propios problemas. Quizá no sean exclusivos del segmento, pero el planteamiento de la solución puede adaptarse para que sea única. Tu trabajo consiste en ayudar a solucionar estas problemáticas tomando en cuenta las características particulares del grupo. A ellos te dirigirás en todo momento y tu objetivo será aportarles valor a mansalva. Lograrlo es un paso fundamental para hacer lo que amas y poder vivir de ello.
Especialización en un micronicho.
Para no ganar como un psicólogo genérico, sé un psicólogo especializado.
Psicólogo Emprendedor

En México existe un dicho popular que dice: “El que mucho abarca, poco aprieta”. Es imposible ser el mejor en todo, lo sabemos bien. Sin embargo, es común ver anuncios de colegas clínicos diciendo ser terapéutas familiares, tanatólogos, asesores vocacionales, tratan infantes, fobias… y algunas cosas más. La impresión sobre cualquier profesionista que hace de todo es que hace bien nada. Una persona con un problema serio en rodilla no ve a un médico general si quiere aliviar su problema.
Piénsalo. Imagina que un familiar pasa por un divorcio en donde la pareja quiere abusar quitándole todo lo que tiene; desde la casa del perro hasta los hijos. ¿A qué abogado le recomendarías? ¿A un abogado con especialidad en derecho familiar que sólamente ha tratado casos de divorcios en los últimos 10 años? ¿O recomendarías a un abogado con 10 años de experiencia en casos penales, laborales, mercantiles, procesales, civiles, inmobiliarios y familiares? Parece un tanto obvio, sí. Entonces… ¿por qué nosotros no actuamos acorde al ejercer?
Un psicólogo que hace de todo es bueno en nada.
Por eso es necesario enfocarse en tratar problemas de grupos con intereses muy delimitados y especializarse en soluciones muy puntuales. No me refiero a estudiar una especialidad en terapia cognitivo conductual o hacer una maestría con orientación psicodinámica. Que, en parte sí, doy por hecho en que tienes una formación académica sólida como para aportar valor a quienes deseas ayudar. Cuando me refiero a especializarse, me refiero a la selección de un micronicho, como lo dijimos previamente. Si tú, colega, has terminado ya la universidad y buscas continuar con tu formación académica, te sugiero que tomes en cuenta el micronicho al que te quieres enfocar y escojas una formación que te facilite trabajar y aportar valor a ese grupo en específico. Claro, una formación con bases científicas y que te guste.
Colegas narrativos, cuando hablo de resolver un problema, mi intención no es manifestar que existe algo malo con quienes trabajarás. El problema se refiere al deseo de pasar de un punto “A” a un punto “B” y no poder lograrlo. Tu trabajo será el puente para que tu cliente / paciente lo haga.
De manera general, en nuestro entorno, existen más psicólogos que personas dispuestas a adquirir sus servicios. Especialmente en psicología clínica. No porque la sociedad prescinda de ellos, más bien por la percepción social devaluada de las soluciones que ofrecemos. Seguro ya te has dado cuenta que nuestro trabajo está infravalorado allá afuera, por lo que conseguir clientes nuevos se ,cada vez menos fácil. Especializarte te ayudará a incrementar el número de clientes/pacientes quienes desearán trabajar contigo.
A continuación, describo algunas ventajas de trabajar como psicólogo especializado en un micronicho:
Menos competencia.
Definir tu micronicho tomando en cuenta las características antes mencionadas hará que la competencia se reduzca automáticamente. Es prácticamente imposible encontrar otro profesionista que comparta contigo su formación, su experiencia laboral, sus vivencias, su razón de ser y sus motivaciones. Y si llegase a haber alguien con características similares a las tuyas, tú tienes la ventaja de estarte preparando para emprender en psicología.
Por cierto, te invito a estar al pendiente de este Blog si deseas seguir aprendiendo GRATIS sobre emprendimiento para psicólogos.
Desafortunadamente y muy a mi pesar, de todos los psicólogos que conozco, son muy, pero muy pocos quienes se toman el tiempo de hacer el trabajo introspectivo necesario para encontrar su propósito de vida. Son menos todavía quienes lo vinculan con las características recientemente descritas para emprender y vivir de ello.
En conclusión, si trabajas como psicólogo genérico, tendrás mucha competencia. Situación opuesta de trabajar con tu micronicho.
Claro, esto es ahora. Hoy por hoy, aunque no somos muchos los psicólogos quienes recorremos el camino del emprendimiento, cada vez es más común encontrar nuevos colegas quienes adoptan esta forma de ejercer. Se verán con más frecuencia psicólogos deportivos especializados en trabajar con adolescentes en miras de convertirse en atletas de alto rendimiento, colegas quienes rentarán consultorios por hora satisfaciendo necesidades de psicólogos clínicos, psicólogos trabajando con infantes desarrollando “X” habilidades en alguna etapa en particular del desarrollo…
Al igual que sucede en otras profesiones y disciplinas, sólo es cuestión de tiempo para que se suban al barco cada vez más psicólogos al mundo del emprendimiento. Tú, colega, te encuentras en el momento adecuado para empezar si no lo has hecho aún.
Competidores directos vs. indirectos.
Es importante mencionar que existen dos tipos distintos de competidores al ofrecer tus servicios. Los competidores directos, que son colegas o profesionistas de la salud mental quienes ofrecen el mismo servicio que tú; y los competidores indirectos. Estos últimos son aquellas personas (o productos) quienes “satisfacen” las necesidades de tu micronicho. Ya sea que las satisfagan de manera real o sólo ante los ojos de pacientes (o clientes) potenciales.
En la psicología clínica es fácil identificar a éstos. Aunque la solución del problema no se dé – mientras los pacientes consideren igual de efectivo hablar con un amigo, visitar chamanes, coaches, párrocos, pseudopsicoterapeutas o chatear en grupos de autoayuda – psicólogos clínicos competirán por pacientes con estas alternativas. La especialización ayudará principalmente a la reducción de la competencia directa y demostrar autoridad en el segmento.
Aceptémoslo, la ignorancia social sobre las buenas prácticas del psicólogo y el alcance de nuestro trabajo facilita que la gente busque soluciones en otros lados. Y no necesariamente con otros psicólogos. En México – y seguro en muchos otros lugares – hay administradores aplicando pruebas psicométricas, elaborando perfiles de puesto por competencias, haciendo centros de evaluación y muchas otras tareas que le corresponden a psicólogos organizacionales. Nuestro labor es parar este fenómeno en todas las áreas de la psicología.
Si emprendes y te especializas, será necesario que des a conocer tus servicios. Durante ese proceso probablemente tengas que sensibilizar y educar a la gente sobre las mejores opciones para satisfacer sus necesidades; mediante tus servicios, claro. Es así como, además de ayudarte a ti mismo y a tus pacientes / clientes, también aportarás mucho para que los psicólogos como gremio recuperemos el prestigio de nuestra profesión.
Más y mejores clientes.
Sí; el número de clientes potenciales disminuirá al reducir el universo (estadísticamente hablando). Sin embargo, la competencia por parte de prestadores de servicios especializados – tu competencia directa – será menor, y el número de clientes / pacientes a quienes atenderás incrementará. En su momento, al analizar la selección de tu micronicho, será necesario validar el tamaño del mismo y la disponibilidad de pago de sus miembros para que tu actividad sea sostenible y rentable, pero ya hablaremos de ellos en otro momento.
Otro beneficio de poner el foco en tu micronicho es el incremento en la fidelización por parte de tus clientes / pacientes. En parte, porque la solución de problemas es más efectiva y eficiente si se concentran esfuerzos en solucionar una problemática concreta en lugar de atender una amplia gama de problemas genéricos y diversos. Si hay fidelidad – y la naturaleza del servicio es de contratación recurrente (como las navajas de afeitar, las toallas femeninas o sesiones terapéuticas) – el número de clientes tenderá a incrementar.
A ello, suma las recomendaciones de boca en boca y el incremento probabilístico de conseguir un cliente nuevo por cada “X” número de prospectos atendidos. Tampoco es ahora momento de abordarlo, pero uno de los objetivos a tener en cuenta es el fenómeno constante de conseguir nuevos pacientes / clientes y mantener a los actuales. Todo dentro del marco ético que guíe tu proyecto. No me refiero a que tengas a un paciente / cliente eternamente en proceso terapéutico, no.
Hagamos un paréntesis ahora para reflexionar si tener más pacientes / clientes / consultantes representa estar en el mejor escenario posible. ¿Qué preferirías, tener 10 pacientes que paguen $100 por sesión o 100, que paguen $10? A fin de cuentas, el ingreso final es el mismo. Si tener más pacientes / clientes es lo ideal, o no, dependerá de la estrategia que decidas adoptar, las características de tu público objetivo y las características del mercado.
Entiéndase mercado como el lugar teórico en donde se ofrecen, demandan y se determinan precios del servicio o producto que ofreces. No el lugar en donde venden frutas y verduras.
Claro, en psicoterapia, el número de personas a quienes puedes ayudar es un factor importante a considerar. A fin de cuentas, la gente es lo más importante para nosotros, ¿no? Sin embargo, el impacto social, el alcance de nuestro trabajo y el número de personas atendidas será mayor emprendiendo y estableciendo el precio adecuado. Te lo adelanto, el impacto social es otra ventaja de emprender en psicología. Más adelante lo trataremos con mayor detalle.
Si te diferencias del resto de psicólogos, tus pacientes / clientes estarán dispuestos a pagar un mayor precio por tus servicios o productos.
Existe una ley prácticamente sagrada para economistas que afecta a los servicios y productos que ofreces como psicólogo. En realidad, también afecta a todo producto o servicio de cualquier industria en un modelo de libre mercado, motivo por el cual nos conviene ser conscientes del fenómeno. Me refiero a la ley de oferta y demanda.
Ésta dice que, entre más psicólogos ofrezcan un servicio, el precio de éste tenderá a disminuir. De la misma manera, existirá la tendencia a incrementar el precio del servicio si más personas lo demandan; ceteris paribus (si el resto de variables se mantienen sin cambios). Por lo tanto, si te especializas y generas una brecha que te haga diferente al resto de psicólogos, lo más probable es que las personas estén dispuestas a pagar un mayor precio por tus servicios o productos. Tal y como sucede con la diferencia de honorarios entre un médico general y un médico pediatra alergólogo.
Define las características de tu cliente ideal.
Al decir que habrán mejores clientes no hago referencia a su grado de valía como seres humanos; su valor ontológico es incuestionable. Simplemente hay clientes / pacientes a quienes da más gusto tratar que a otros. Un ejemplo claro es la diferencia entre quien paga los servicios en tiempo y forma – respetando el encuadre y los acuerdos establecidos – y otros quienes piden descuentos, prórrogas y cancelan de manera frecuente sus citas.
Una necesidad al escoger tu micronicho es delimitar las características de los clientes con quienes deseas trabajar. Situación permisible gracias al aumento de personas quienes desearán contratarte. Imagina que aceptas a clientes molestos e indeseables y decides aceptar rebajas en el precio de tus servicios. ¿Qué crees que dirán al momento de recomendarte?
– “Oye, este terapeuta es muy bueno, sus servicios valen sus honorarios”. No, ¿verdad? Lo más probable que comente es: – “Oye, no se te olvide pedir un descuento. A mí me cobró $200 menos; insiste”. Lo mismo pasará si vendes una metodología propia con su respectiva batería de pruebas psicométricas para contratar directivos en el sector de la moda o para cualquier otro ejemplo que se te ocurra. Te conviene definir el tipo de cliente con quien deseas trabajar.
Mayor eficiencia y mejores servicios (o productos).
Aceptémoslo, colega. Tienes únicamente 24 horas cada día para lograr todo lo que te propones. Por más que te esfuerces, no podrás aparecer tiempo de la nada. De esas 24 horas, descuenta las usadas para dormir, pasar tiempo con amigos y familia, comer, transportarte, leer una novela o ver el “Juego de Tronos” en turno. El tiempo libre que puedes destinar a capacitarte en tu área (en psicología) es prácticamente irrisorio. Especialmente cuando estás fuera de algún programa de educación universitario o de posgrado.
Ya lo comentamos en párrafos anteriores pero lo repito por si no fue suficientemente claro. Para que tu proyecto tenga éxito, es necesario que el servicio o producto que ofreces – no sólo cumpla lo prometido – sino que debe ser excelente. Tiene que resolver la problemática de tus clientes y generar Valor Real para ellos. Ergo, es más probable lograrlo si te enfocas en un micronicho y sus problemáticas correspondientes que tratar todo tipo de necesidades de manera indiscriminada.
Regresemos a las bases por un momento. La psicología es la ciencia encargada de estudiar fenómenos mentales; incluyendo su naturaleza, sus efectos, su mecánica y cómo se relacionan con las vivencias y conductas de las personas. Dentro de todos estos fenómenos, se encuentran los trastornos psicológicos, principal fuente de estudio de la psicología clínica, la cual se ve afectada por un sinfín de variables. Pensemos en las poco más de 650 páginas del DSM 5 en la edición digital de Manual Moderno… difícil dominar todo, ¿no?
Y no sólo es amplio el campo de estudio, también es complicado por su naturaleza. Considero que las aparentes contradicciones teóricas entre las diferentes escuelas en psicoterapia son consecuencia de lo compleja que es la mente y de la falta de estudios científicos para desvanecer dichas discrepancias; aunque creo que no todo colega lo ve de la misma manera. ¿Qué piensas tú? Es cierto que el método científico tiene sus limitaciones, sin embargo, no existe comparación en el desarrollo que ha tenido el ser humano desde que inició su implementación.
La especialización te ayudará a abordar de manera más fluida y creativa las situaciones por las que tus pacientes / clientes te visitarán. La capacitación, al ser más específica, tendrá resultados más efectivos y eficientes. Imaginemos la diferencia entre un psicólogo deportivo “genérico” y un psicólogo deportivo especializado en trabajar con bailarinas profesionales. El conocimiento y entendimiento del segundo (el especializado) con respecto a la inmersión en la cotidianeidad en el mundo del espectáculo, el origen de los trastornos alimenticios, el acoso laboral y las particularidades inherentes al mundo del ballet profesional, serán más precisas y completas que el psicólogo del deporte “genérico”.
Si algún colega quisiese trabajar con deportistas en general, no sería posible conocer con la misma profundidad el medio ambiente y las problemática de jugadores de tenis, fútbol americano, taekwondo, atletismo, halterofilia, ping pong (o tenis de mesa), tiro con arco, etcétera. Además, es muy posible que existan subgrupos dentro del micronicho. Dentro del segmento de bailarinas profesionales pueden existir bailarinas de ballet, contemporáneas y todas las subcategorías que personalmente desconozco.
Supongamos que la gran pasión de un colega es el ballet. El tiempo y dedicación empleados a trabajar con una bailarina sería muy diferente al de un jugador de fútbol americano, por ejemplo.
En pocas palabras, tus servicios serán mejores si trabajas con tu micronicho. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias lógicas de brindar mejores servicios? Bueno; pues más recomendaciones, más clientes, mayores ingresos y más personas beneficiadas gracias a tu trabajo. Incluso, podrías darte el “lujo” de tener un programas de Responsabilidad Social enfocado a servicios de bajo costo o gratuitos para un porcentaje del total de pacientes / clientes atendidos.
Recapitulando. Si te especializas en un micronicho, tendrás menos competencia, más clientes, ganarás mejor y aportarás más valor al tener mejores servicios (más efectivos y eficientes) y tendrás la posibilidad de incorporar programas de responsabilidad social para quienes no puedan pagar tus productos o servicios.
Beneficio social
Aunque en otra ocasión discutiremos si desarrollar programas de Responsabilidad Social es un lujo o una necesidad, tener la opción de llevarlos a cabo implica poder incrementar el impacto social a través de tu proyecto. No podemos destinar más horas de las que tiene un día a cada jornada laboral, ya lo sabemos. Por lo tanto, el beneficio social que puedes aportar bajo el esquema de autoempleo, freelancer o autónomo está limitado a las horas que dediques a trabajar. Ergo, el número de personas beneficiadas por tu ejercicio profesional es tan amplio (o limitado) como las personas que tú puedas atender.
Por fortuna, esta característica no necesariamente se extiende a psicólogos emprendedores. Un objetivo común al emprender es tratar de sistematizar tu negocio para que éste no necesariamente dependa del trabajo constante del emprendedor. Una de las estrategias propuestas por expertos consiste en trabajar como si un objetivo fuese a vender el proyecto en un momento futuro. Independientemente que sea o no la intención; se vaya o no a hacer.
Si uno ve al negocio en psicología de esta manera, se intentará hacer todos los procesos sistematizables y replicables, de tal manera que otra persona – con su respectiva formación y apego al puesto – pueda hacer el trabajo. Si esto se logra, la organización no dependerá de una persona o un grupo de ellas para funcionar. Algo así como McDonald’s y la implementación de su sistema para preparar las mismas hamburguesas en cualquier parte del mundo. En psicología es posible hacer lo mismo pero con su respectiva complejidad al estar trabajando con personas en lugar de carne, pan y queso. Ojo, NO me refiero a sistematizar el proceso terapéutico, tratar de hacer un producto que le encaje a todo el mundo o buscar sustituir la terapia con un curso o una serie de videos; ¡NO! Me refiero a la sistematización de los procesos involucrados en el día a día de tu proyecto.
¿Y qué tiene de bueno para la sociedad esto? Pues, en principio, no serás el único psicólogo en tu proyecto generando valor, por lo que atenderás a mucho más personas como grupo; como organización. Si tú y tu negocio en psicología ayudan a gente y resuelven problemas… entonces el alcance de tu negocio crece.
Al tener más personas trabajando y mayores ingresos, puedes permitirte destinar un porcentaje de tus recursos a programas de Responsabilidad Social. Esta acción incrementa aún más el número de personas beneficiarias; personas quienes de otro modo no tendrían acceso a tus servicios. La gente en programas gratuitos o de bajo costo que puedes atender como emprendedor es significativamente mayor al que puedes ayudar como freelancer o autónomo.
Cabe mencionar que contar con este tipo de programas, incrementa la preferencia de tus pacientes /clientes al momento de decidir entre contratarte a ti o a tu competencia. Existen posgrados enteros enfocados en Responsabilidad Social Corporativa. Empresas transnacionales destinan millones de dólares a departamentos exclusivos en tratar estos menesteres. Y, aunque me gustaría mucho creer que lo hacen por bondad pura, es cierto que algunos persiguen en primer lugar el retorno de inversión. Nosotros no tenemos que ser de este tipo, Aunque lo cierto es que; entre más das, más recibes.
Paréntesis. Si te interesa el tema de Responsabilidad Social, házmelo saber y hablaremos más al respecto. Escribe a contacto@psicologoemprendedor.com y comparte tus ideas y comentarios. Cierro paréntesis.
Los beneficios sociales no paran aquí. Darás trabajo a muchas personas de manera directa e indirecta. A toda persona en nómina y autónomos a quienes contrates por proyectos (como programadores y diseñadores, abogados, contadores, a mí – u otro consultor de psicólogos emprendedores -…) todos colaboraremos en contribuciones fiscales, contrataremos más profesionistas y pondremos nuestro granito de arena para mover a la economía.
Teóricamente, incrementará el consumo, habrán más beneficios, más trabajos y una larga lista de ventajas indirectas gracias al trabajo de personas emprendedoras. Ahora, el consumo no tiene que ser hueco, carente de valor y desmedido. De nosotros depende crear un mundo mejor aportando más con nuestros servicios y productos.
Colega, las virtudes de emprender en psicología sigue y sigue. Recuerda que no tienes que desapegarte de tus parámetros éticos, profesionales y morales. No te pido que hagas cambios durante tu proceso terapéutico o en la forma de hacer tu trabajo en esencia. Todos los cambios propuestos se enfocan en áreas ajenas a ello.
Escríbeme un correo con tus ideas y comentarios a contacto@psicologoemprendedor.com. Me encantará conocer tu opinión y poder intercambiar puntos de vista.
Si llegaste hasta este punto, te agradezco de todo corazón. No existe nada más valioso como tu tiempo y aprecio el que me lo hayas compartido. Por cierto, si te interesa conocer una reflexión sobre el tiempo de vida del psicólogo y cómo aprovecharlo al máximo, da clic aquí.
Psicólogo, colega, ¡la forma más noble y justa de ejercer, es emprendiendo!
Hasta la próxima.
Julio César Cuevas Crisóstomo

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